Para organizar una boda seguro que contaréis con personas allegadas y cercanas como son los padres, los suegros, algunos familiares o incluso tus mejores amigos o amigas, y una de las personas que no debería faltar este tu alma gemela, tu media naranja, el hombre con el que te casarás y vas a pasar el resto de tu vida juntos.
En principio poneros de acuerdo no debería ser motivo de discusiones, ni subidas de tono (no tienen por qué haberlas), pero por si acaso, es mejor que os preparéis para lo que pueda venir. Es habitual que se pague nuestro mal humor con las personas más cercanas o de más confianza que se tengan a mano, sabemos que es injusto, lo sé (en lo más profundo de tu ser, sabes que esas personas a pesar de tu mal humor seguirán estando allí, apoyándote, porque te conocen y te quieren). Pues esto mismo puede pasar cuando esté organizando el gran día, y esas personas, las que están a tu lado, son precisamente las causantes de tu estrés. Cuando llegues a este punto, respira hondo, cuanta hasta diez (esto mismo no me ha servido a mi demasiado) o realiza otra actividad que pueda distraerte de este mal humor, otra cosa que os puede servir es mirar el cielo, la posición de levantar la cabeza hace que la energía fluya en positivo y te sientas mejor, esto ocurre con los niños que están enfadados o están llorando, los haces mirar por cualquier motivo hacia arriba y se les pasa, haz una prueba y lo comprobarás…
¿Cuáles son los conflictos entre tu pareja y tú que pueden generar mayores tensiones?, enseguida lo veremos
Esta entrada se podría considerar como una guía de prevención de malentendidos que pueden generarse antes de la boda. Esperemos que no sea así, pero si suceden esperamos que la información que os demos os sirva para poder solucionar los conflictos o roces sin que la sangre llegue al río.
Como pareja, hasta ahora, teníais ciertos aspectos o hábitos diarios, cada uno se va al trabajo, os llamáis o enviáis mails o WhatsApp con mensajitos cariñosos. Y cuando terminaba la jornada laboral, volvéis a casa, cada uno a la suya o a la que tenéis los dos en común, y compartíais recados, cenas, quedar con los amigos, veis la tele, ir al cine… cosas comunes entre todas las parejas. Los fines de semana desayunáis tranquilamente mientras leéis el periódico, salís a pasear…
Ahora preparando los detalles de vuestra boda, os vais a trabajar y antes de la hora de la comida ya le has enviado cuatro mails recordando que no llegue tarde porque tenéis que ir a la floristería. Cuando llegáis allí, la idea de cubrir con ciertas flores cada una de los rincones y superficies del banquete, que te hace a ti tanta ilusión, a él parece que se excesiva esa idea. Cuando llegáis a casa, la empresa escogida para el catering os envía el menú definitivo por mail, y al verlo impreso, tu prometido resulta que el primer plato que habíais escogido no le apetece como entrante. Al final te acaba poniendo de los nervios, tensando la situación de tal forma que hace que te vayas a dormir acelerada y de mal humor y también pensando que quizás no estéis hechos el uno para el otro… Respira, ya verás cómo al día siguiente lo ves todo diferente.
Los fines de semana tendréis mucho trajín, con agenda apretada, no podréis hacer lo que hacíais antes de salir con los amigos, ir al cine, pasear…, porque tendréis que realizar unos cuantos recados, tendréis varias citas, y tomar decisiones sobre la boda muy importantes.
Quizás hemos exagerado un pelín, pero es para que veáis lo que puede ocurrir. De buenas a primeras vuestra rutina se ve truncada por muchos quebraderos de cabeza. No son poca cosa, ya que en una boda hace que afloren cargas emocionales relacionas con temas sobre la familia, el dinero y la boda en sí. Ahora os tenéis que poner la pilas y aunar vuestros esfuerzos, poneros codo con codo para tomar muchas decisiones conjuntas, sin parar, negociando y acordando lo necesario, y esto a veces, quiere decir que puede haber discusiones o peleas. Y estas peleas pueden llevar a replantearse algunos temas.
Estas cosas pasan, es normal. Sabiéndolo, hay que aprender a saber gestionar esto de alguna manera. No hay que obsesionarse, quizás necesites salir a tomar el aire y replantearte que no puedes someter tus conversaciones, tu relación de pareja y tu vida entera por una boda. Así que tómatelo con calma, respira hondo. Podéis salir a dar una vuelta, cenar, pero sobretodo no habléis de los preparativos de la boda. Y si podéis salid un fin de semana juntos, y no toquéis el tema. Ya veréis que si hacéis un kit-kat (paréntesis) os devolverá el buen rollito que teníais (y que seguiréis teniendo cuando haya pasado vuestra boda). Y, sobre todo, recordarás porque te casas con el hombre de tu vida y te reafirmarás en que es el hombre con quien quieres pasar el resto de tus días.
Hay una cuestión que se debe tener también en cuenta, a parte de las discusiones relacionadas con la boda, y es precisamente el carácter del novio que puede hacer que entren ganas de estrangularlo, si no fuera por el precioso anillo que te regaló cuando se te declaró de forma súper romántica en aquel restaurante que tanto os gusta ir. La mayoría de conflictos o discusiones pueden agruparse en dos tipos de perfiles de novios:
El que pasa de todo y el que no
En principio poneros de acuerdo no debería ser motivo de discusiones, ni subidas de tono (no tienen por qué haberlas), pero por si acaso, es mejor que os preparéis para lo que pueda venir. Es habitual que se pague nuestro mal humor con las personas más cercanas o de más confianza que se tengan a mano, sabemos que es injusto, lo sé (en lo más profundo de tu ser, sabes que esas personas a pesar de tu mal humor seguirán estando allí, apoyándote, porque te conocen y te quieren). Pues esto mismo puede pasar cuando esté organizando el gran día, y esas personas, las que están a tu lado, son precisamente las causantes de tu estrés. Cuando llegues a este punto, respira hondo, cuanta hasta diez (esto mismo no me ha servido a mi demasiado) o realiza otra actividad que pueda distraerte de este mal humor, otra cosa que os puede servir es mirar el cielo, la posición de levantar la cabeza hace que la energía fluya en positivo y te sientas mejor, esto ocurre con los niños que están enfadados o están llorando, los haces mirar por cualquier motivo hacia arriba y se les pasa, haz una prueba y lo comprobarás…
Esta entrada se podría considerar como una guía de prevención de malentendidos que pueden generarse antes de la boda. Esperemos que no sea así, pero si suceden esperamos que la información que os demos os sirva para poder solucionar los conflictos o roces sin que la sangre llegue al río.
Como pareja, hasta ahora, teníais ciertos aspectos o hábitos diarios, cada uno se va al trabajo, os llamáis o enviáis mails o WhatsApp con mensajitos cariñosos. Y cuando terminaba la jornada laboral, volvéis a casa, cada uno a la suya o a la que tenéis los dos en común, y compartíais recados, cenas, quedar con los amigos, veis la tele, ir al cine… cosas comunes entre todas las parejas. Los fines de semana desayunáis tranquilamente mientras leéis el periódico, salís a pasear…
Los fines de semana tendréis mucho trajín, con agenda apretada, no podréis hacer lo que hacíais antes de salir con los amigos, ir al cine, pasear…, porque tendréis que realizar unos cuantos recados, tendréis varias citas, y tomar decisiones sobre la boda muy importantes.
Estas cosas pasan, es normal. Sabiéndolo, hay que aprender a saber gestionar esto de alguna manera. No hay que obsesionarse, quizás necesites salir a tomar el aire y replantearte que no puedes someter tus conversaciones, tu relación de pareja y tu vida entera por una boda. Así que tómatelo con calma, respira hondo. Podéis salir a dar una vuelta, cenar, pero sobretodo no habléis de los preparativos de la boda. Y si podéis salid un fin de semana juntos, y no toquéis el tema. Ya veréis que si hacéis un kit-kat (paréntesis) os devolverá el buen rollito que teníais (y que seguiréis teniendo cuando haya pasado vuestra boda). Y, sobre todo, recordarás porque te casas con el hombre de tu vida y te reafirmarás en que es el hombre con quien quieres pasar el resto de tus días.
El que pasa de todo y el que no
El que pasa de todo:
Estará de acuerdo con todo lo que digas. Su posición más cómoda en estos temas es estar sentado en el sofá, viendo la tele, con una cerveza en la mano y el mando a distancia en la otra. Suele contestar con un tono de lo más condescendiente.
Llega tarde a todas las citas (se nota que no quiere ir), siempre antes de quejarse que tiene que ir
No desea sentarse para resolver las cuestiones importantes, y eso es agotador.
¿Qué puedes hacer? Pues darle tareas le puedan resultar fáciles de realizar, si le gusta viajar, puede buscar algún lugar donde ir en la luna de miel, que busque hoteles, ofertas por internet, etc. Así lo tendrás distraído en cosas importantes y te ahorrará tener estrés por esta cuestión.
Llega tarde a todas las citas (se nota que no quiere ir), siempre antes de quejarse que tiene que ir
No desea sentarse para resolver las cuestiones importantes, y eso es agotador.
El que lo controla, manda y es un tiquismiquis
El otro perfil de novio es el que no pasa de nada e incluso te dice lo que debes hacer, todo este tiempo pensabas que tenías un novio algo pasota y de repente, empieza a opinar, sobre todo, incluso sobre el glaseado del pastel, cuanto tú ni le habías preguntado su opinión…
Te hace un tercer grado sobre cosas que todavía no has hecho
Y además le cuesta un suplicio decidirse por un esmoquin y los accesorios que se va a comprar para ese gran día, pero no es porque le esté dicando tiempo al asunto, sino porque valorará todos los pros y contras de los distintos modelos, el corte y el tipo de tejido, Señor dame paciencia!!!
¿Pensabas que podrías realizar y adelantar tareas sin tener que pedirle la opinión de todas y cada una de ellas antes de firmar el encargo y ahora ves que no será así?? Antes de soltar algún improperio, has de dar las gracias, tienes un novio con ganas de implicarse, se preocupa por las cosas. Si te quejas y refunfuñas tendrás unas cuantas novias haciendo cola para hacerte entrar en razón. Sonríe y se cariñosa, no se ven de estos todos los días, es una especie en peligro de extinción, celébralo, el hecho de querer tener voz y voto con todo lo relacionado con la boda. Pero si aun así te empieza a cargar con tanta implicación, distráelo con alguna tarea, como hemos hecho con el otro perfil.
Busca algo que creas que se le dará bien y delégaselo, pero hazlo de verdad, no le hagas seguimiento, confía en que lo hará muy bien.
Pídele que escoja las alianzas: enséñale una primera selección con las opciones que te gusten y deja que elija
Puedes sugerirle que busque unos cuantos hoteles para los invitados que vengan de afuera, que averigüe precios, haga las reservas, etc. Y cuando lo haya realizado que te pase la información para incluirla en las invitaciones.
Es una gran suerte que quiera involucrarse, así que dale un poco de cuartelillo.
Esperamos os haya servido para lidiar con estos dos perfiles por suerte o por desgracia que suelen ser los más abundantes en nuestra geografía...
Te hace un tercer grado sobre cosas que todavía no has hecho
Y además le cuesta un suplicio decidirse por un esmoquin y los accesorios que se va a comprar para ese gran día, pero no es porque le esté dicando tiempo al asunto, sino porque valorará todos los pros y contras de los distintos modelos, el corte y el tipo de tejido, Señor dame paciencia!!!
¿Pensabas que podrías realizar y adelantar tareas sin tener que pedirle la opinión de todas y cada una de ellas antes de firmar el encargo y ahora ves que no será así?? Antes de soltar algún improperio, has de dar las gracias, tienes un novio con ganas de implicarse, se preocupa por las cosas. Si te quejas y refunfuñas tendrás unas cuantas novias haciendo cola para hacerte entrar en razón. Sonríe y se cariñosa, no se ven de estos todos los días, es una especie en peligro de extinción, celébralo, el hecho de querer tener voz y voto con todo lo relacionado con la boda. Pero si aun así te empieza a cargar con tanta implicación, distráelo con alguna tarea, como hemos hecho con el otro perfil.
Pídele que escoja las alianzas: enséñale una primera selección con las opciones que te gusten y deja que elija
Es una gran suerte que quiera involucrarse, así que dale un poco de cuartelillo.
Esperamos os haya servido para lidiar con estos dos perfiles por suerte o por desgracia que suelen ser los más abundantes en nuestra geografía...
Aquí os mostramos algunas entradas que os pueden servir de ayuda en otros temas como:
- 10 formas de ahorrar dinero en una boda AQUÍ
- Lugares únicos para celebrar una boda AQUÍ
- Ideas para detalles de bodas para los invitados AQUÍ
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